43. En mi vientre crece vida.
POV Emilia.
Nunca pasó por mi cabeza vivir en Rusia. Ni siquiera por una temporada de vacaciones.
Pero aquí estoy.
Y no es solo el frío de la ciudad… también es el frío que llevo dentro del cuerpo y del alma. Ese que no se alivia con abrigos ni mantas. Ese que se cuela en los huesos y se instala en el pecho como un vacío que no se llena con nada.
A veces me cuesta incluso respirar.
El Ruso, aunque yo no lo supiera, siempre formó parte de mi vida. De mi pasado. De cada paso que di sin tener idea de que él ya estaba ligado a mí, a mi historia. Como una sombra silenciosa… como un destino que ya estaba escrito, incluso antes de que yo entendiera lo que significaba amar así.
Y hoy, casi nueve meses después, su ausencia y la de mi mejor amiga pesan...
Es un peso que se siente al despertar, al caminar, al respirar. Un dolor sordo, constante, que no grita pero lo dice todo. Me oprime el pecho como si alguien me apretara desde adentro.
Hay tantas cosas que jamás me dijo… que aún quisiera escuc