Después de 15 años de matrimonio, un doloroso divorcio, y el posterior cierre de su negocio Rebecca Griffin es contratada como asistente de presidencia en la empresa FRANCO & D’LUCCA CONSTRUCTORES. Todo vaticina un buen futuro para ella, pero los malos negocios de su madre y un malentendido con Arturo Franco, futuro heredero de la constructora hacen que su vida se vuelva un infierno. Poe otro lado, Arturo Franco tiene los días contados para seguir con su libertina vida antes de que su padre lo obligue a comprometerse con Rebecca, la mujer que desprecia para así poder conseguir la presidencia de la constructora y la herencia que por derecho le pertenece.
Leer másFebrero 2017, ...viernes 5:00 p.m.
—Aló. Hola, amor ¿Dónde estás? ¿Por qué no has llegado? Hace una semana que debías llegar, ¿Qué ha pasado? He estado muy preocupada, pensé que te había sucedido algo malo –.
Rebecca Griffin Macera, es una mujer de 38 años, administradora de empresas, divorciada, de cabello castaño claro, ojos grises y tez canela. No tiene curvas muy marcadas, bastante bajita, de 1,56 de estatura, busto grande, con unos cuantos rollitos en su abdomen. No es de dietas ni ejercicios forzados, pero si trata de mantenerse en forma para no subir de peso, es de pocos amigos, o mejor decir sin amigos.
Estuvo casada durante 15 años con Edward Smith, un inglés muy bien parecido, que se divorció de ella a la distancia, porque no tuvo el valor ni las agallas de hacerlo de frente, pues dio por terminada la relación con sólo una llamada y el trámite del divorcio lo manejaron sus abogados.
Rebecca tenía su propio negocio. Un negocio que levantó junto con su exesposo Edward, durante el tiempo que estuvieron casados. Con el divorcio su exesposo le cedió una considerable suma de dinero, que le sirvió para terminar de cerrar el negoció. Porque a causa de las deudas y gastos adicionales que el divorcio trajo, no pudo seguir manteniéndolo, obligándola a cerrar y terminar por vender lo poco que quedaba.
Después del divorcio, Rebecca se mantuvo viviendo en su antiguo apartamento de casada, el cual estaba a poca distancia de la casa de su madre, Aurora Macera, una mujer muy dominante y manipuladora que sólo busca el beneficio propio.
Su madre comete el peor error de su vida, hacer negocios con Ricardo Rubescco, un usurero del bajo mundo, que sólo busca personas como Aurora para quitarles lo poco que les queda al no poder pagar los préstamos. Eso le sucede a Aurora, prestó una cantidad muy grande de dinero y ahora Rubescco quiere el pago total del préstamo, de lo contrario Aurora perderá todo por lo que ha luchado.
La situación económica de Aurora obliga a Rebecca a mudarse a un pequeño departamento suficiente para ella. Con parte del dinero que le dejó el divorcio, logra pagar unos meses de renta.
Al darse cuenta de que no tenía ingresos suficientes y que el dinero recibido no duraría mucho le fue necesario conseguir un empleo para poder mantenerse.
Al poco tiempo de buscar empleo consigue un trabajo interesante pero también estresante, en donde conocerá a Arturo Franco, un italiano egocéntrico, mujeriego y arrogante que no cree en el amor. Condenado a estar sólo por culpa de la traición de su exnovia.
Actualmente Arturo es el director de proyectos de la Constructora Franco D’ Lucca, constructora que su familia y el abuelo de su examigo Antonio D’ Lucca fundaron en la juventud. Su padre Maximiliano Franco es el actual presidente de la constructora, pero está a días de jubilarse y ceder la empresa familiar a su hijo. ¿El problema? Arturo debe cambiar su forma de comportarse, dejar de ser un inmaduro y mujeriego, para convertirse en un hombre con compromisos, que se establezca en un matrimonio y futuros hijos y así poder obtener, no solo la presidencia de la compañía, sino también el legado familiar.
¿Cómo podrá Aurora saldar la deuda? o será su hija Rebecca quien pague por los daños? ¿Podrá Arturo encontrar la mujer indicada para comprometerse y adquirir lo que por derecho le corresponde?
Eso está por verse.
Un año después...Bueno ya ha pasado un año desde que todo volvió a la normalidad. Arturo volvió a ser el presidente de F&D’L Constructores y los bebés nacieron en buen estado, pero el que la pasó mal fue mi esposo. Sí, así como lo oyen.Flasback.—Arturo, sabes me siento con un poco de dolor en el vientre, ¿Será que ya van a nacer? — pregunté intentando caminar un poco para calmar el dolor que sentía en mi bajo vientre.—Pero aún faltan dos semanas para la programación que hizo la doctora— respondió ayudándome a caminar un poco.—Tienes razón, pero es que no soporto el dolor—.—¿Quieres un calmante? ——No, déjalo así, si no es nada grave el dolor pasará—Pero después de 15 minutos,
~Final~2 horas antes de encontrar a Rebecca...—Arturo, sé que hemos sido amigos desde que éramos niños. “Siempre juntos hasta el final” recuerdas—. Bruno estaba sentado en la silla junto a la puerta de mi habitación dándome apoyo en este momento de difícil decisión.—Claro, cómo olvidarlo. Si desde entonces somos como hermanos y ahora cómplices en esta locura— coloqué mi saco antes de salir de la habitación. —Vamos hermano, tengo una familia que rescatar—.En ese momento el par de amigos salió de la habitación de Arturo y bajaron la escalera dirigiéndose hacia la sala dónde aguardaba el resto de la familia.John y sus hombres estaban en la entrada junto a los carros preparando todo. Armas y municiones iban en los vehículos, también har&iac
Sentí que el camino era largo, pues llevaba mucho tiempo en el auto, creo que como una hora de viaje. Mis manos se entumecían, pero aun así no me quejé, no le daría motivos para hacerme daño. Después de mucho rato, el auto se detuvo. Sentí cuando me tomó del brazo y me arrastró fuera de este. Me llevó por un camino de piedrashasta que nos detuvimos en unos escalones. —Ten cuidado, hay escalones. Son tres— fueron sus únicas palabras. Escuché cuando abrió una puerta y me llevó hasta el centro del lugar. —Claris, llévala a la habitación que va a ocupar nuestra nueva huésped, ya sabes que hacer— dijo mientras escuchaba a la mencionada acercarse y tomarme del brazo para llevarme al lugar indicado. —Por aquí, por favor. Con cuidado, hay escalones a dos pasos— escuché decir a una mujer que me dirigía hacia una escalera para luego llevarme a la que sería mi habitación. —Claris, ¿cierto?, ayúdame por favor. Yo no puedo estar aquí. Mi espo
Día del evento.El día del evento llegó, Rebecca estaba nerviosa, ansiosa, sus bebes se movían inquietos en su vientre.—¿Amor estás lista? — preguntó Arturo viendo desde la puerta de la alcoba a su esposa.—En un momento estoy lista— respondió dándome un guiño a través del espejo frente a ella.Arturo se acercó a ella por detrás, le rodeó la cintura con sus brazos y dejó un beso en su cuello.Rebecca lucía un hermoso vestido rojo vino de encajes con una amplia falda que daba comodidad a su abultado vientre.—Estás preciosa. Serás la más bella de todas— dijo haciendo a un lado su cabello y dando suaves besos en su cuello.—Amor espera, si sigues así no saldremos de aquí— respondió Rebecca sintiendo su cuerpo reaccionar a los be
Cinco meses después...Arturo.Ya habían pasado cinco meses y nadie había vuelto a saber nada de ese par, tanto Danna como Edward desaparecieron del radar. La policía no ha dado con ellos.La información que John y sus hombres recopilaron sirvió para desmantelar otros cargamentos de droga que intentaron ingresar al país. Varios de los hombres de Edward fueron descubiertos y otros tantos dados de baja. La información que encontraron de Luke y de otros dos oficiales más, fue necesaria para que los encerraran por traición y otros cargos, pero como todo no es color de rosa a Luke no lo pudieron atrapar.A FRANCO & D’ LUCCA le costó mucho dinero detener la construcción en Bristol, pero era eso o perder, tanto las vidas de muchas personas así como mi reputación y la de mi familia, porque soy testigo del gran esfuerzo que le costó a los Fra
Casi todo el piso con las mejores habitaciones del lujoso hotel había sido asignado para ellos. Alek era el dueño, por lo que no hubo inconveniente en darles toda la privacidad que necesitaban.—¿Qué te dijo? — preguntó su amigo.—Que lo hizo por rabia por haberla ignorado— respondió sentándose en una de las sillas frente a Marcus. —¿Dónde está? ——Aquí estoy— dijo el hombre saliendo del baño y tendiéndole la mano para saludarlo.Edward miró con asco la mano tendida y levantó la vista para mirarlo a los ojos con prepotencia. El hombre simplemente la quitó y se sentó en otra silla.—No te mande a buscar para tomar el té y que charlemos como viejas amigas— dijo Edward al oficial junto a él.—Oye, simplemente estoy siendo amable cálmate, amig
Último capítulo