Hace dos días que había nombrado a Chloe y a Michael como parte de mi corte real.
Cuando anuncié el comunicado nombrando los Hertugs de Schleswig el mundo se paralizó. Mi reinado estaba siendo observado por el mundo entero y saber que dos estadounidenses se habían convertido en hertugs daneses fue polémico.
Dinamarca no le daba un titulo noble a una persona fuera de la realeza desde 1400. Ser Hertug en el orden gerarquico de la corona danesa, era importante, te ponía sólo por debajo del titulo de principe o princesa.
Se suele conceder a hijos de la realeza que no son herederos, pero siendo la reina soberana y absoluta podía darle el titulo a quien quisiera.
No habían dos personas que merecieran más un titulo noble que ellos dos, si pudiera expulsar a toda mi familia y revocarlos de sus funciones para quedarme sólo que ellos dos, lo haría sin duda alguna.
Para ellos fue un golpe bajo, había puesto a dos completos desconocidos con más poder jerárquico que ellos y la prensa no tardó en a