BARCLAY
DOS DÍAS DESPUÉS DE HABER SECUESTRADO A CORBAN, ANTES DEL ACCIDENTE DE LEA. (Ojo, para este punto recuerden que Lea ya había sido secuestrada por el padre de Corban y estaban en su búsqueda)
—¡Habla, maldito hijo de puta! —le doy un nuevo puñetazo a Corban.
Los nudillos de mis manos están cubiertos por una fina capa de sangre, su sangre, con ojos analíticos observo al maldito que se atrevió a embarazar a mi hermana, abandonarla y ahora a hacerle la vida imposible. Me da tanto asco verl