BARCLAY
—Tiene que ser una jodida broma —exclamo.
Frente a mi se encuentran Ariel; la chica de cabellos morados y Mandy, la rubia que estuve a nada de follar, después de comentarme lo que Corban, ese hijo de puta le dijo, no me queda otra opción que eliminarlo, sin perder tiempo me pongo de pie y me dirijo a la salida. Fingir ser un desamparado para llegar a mi hermana, era lo más bajo del mundo.
—¿Qué piensas hacer? Ya han pasado dos días y... —Mandy me detiene, su tacto me quema y la aparto mediante un movimiento brusco.
—Eso no es tu asunto, Barbie.
—Claro que es mi asunto, Lea es nuestr