(...)

Con delicadeza la recuesto encima de la cama, y ella sin querer o contra su voluntad le gana el sueño y se duerme, debe estar cansada y solo por eso la consentiré y cuidaré muy bien de ella…

Adara.

Despertándome de golpe, froto mis ojos y echó un vistazo a mi alrededor. Mis recuerdos vienen de golpe y ahora voy comprendiendo en el lugar que me encuentro, me quedo estática procesando todo. Oooh… Por Dios, llevo puesto un short de seda color plomo, en conjunto con una blusa de seda de tirantes ¡Me ha quitado la ropa! ¡Me ha visto desnuda! ¡Maldito pervertido!

¡Mi móvil! ¿Qué hora es? Me suspendo de la cama y veo de abajo de ella que hay un par de sandalias bajas, sin pensarlo me las pongo