—¿Estás bien?—dijo Matthew entrando a mi habitación—. Pensé que después de todo lo que paso te quedarías en el palacio.
No lo mire, estaba tan sumergido en mi autodesprecio que no tenía palabras.
—¿Estás herido?—se acercó a mí— en ese caso deberíamos llevarte al hospital...
—Estoy bien—dije interrumpiéndolo
—Entonces porque tienes cara de muerto—después tuvo un gesto de haber recordado algo—. En la reunión dijeron que Evangeline era tu mate...
Me levant&eacu