Capítulo 68. Secretos en la sombra.
Los días siguientes transcurrieron con relativa normalidad para Sofía, aunque su mente no dejaba de dar vueltas a la situación con su recién descubierta familia biológica. Había decidido tomarse las cosas con calma y no precipitarse en ninguna decisión.
Una tarde, mientras Sofía trabajaba en los últimos detalles de otro evento, recibió un mensaje de texto de un número desconocido:
“Hola Sofía, soy Lucio. Me preguntaba si podríamos vernos para almorzar y charlar. Sin presiones, solo para conocernos un poco más. Entenderé si no quieres".
Sofía miró el mensaje por varios minutos, debatiéndose internamente, y al final respondió afirmativamente.
“Hola está bien, me dices el lugar y allí llegaré”.
Unas horas después, llegó al restaurante donde la había citado, entró con cierta aprensión. Buscó a Lucio con la mirada y lo encontró sentado en una mesa, pero no estaba solo. A su lado estaba Rolando Altamira, el hombre que decía ser su padre biológico.
Por un momento, Sofía consideró dar media v