LILIBETH
Estoy en una posición de cuatro, Oliver me ha follado toda la noche y esta mañana cuando desperté, lo hice con un grito de dolor al sentir su polla hasta el fondo, y es que no importa cuanto me folle, él siempre será demasiado grande, y yo demasiado pequeña.
—Quiero darte por el culo —gruñe.
—Me vas a romper, la última vez…
—Fue tu primera vez —susurra—. Quiero hacerlo.
Abre mis glúteos y comienza a resbalar su polla entre mi culo.
—Me va a doler —jadeo.
Intento ponerme de pie, sin embargo, empuja mi cadera hacia delante y se aferra a mis caderas. Empuja su verga y el dolor se dispara por mi columna vertebral.
—Oliver —cierro mis manos en puños.