El Amanecer Dorado de Veridia
El sol, un disco de oro fundido, se alzaba sobre el horizonte de Veridia, bañando el reino en una luz prometedora. Han pasado diez años desde la caída de la Reina de las Sombras y el ascenso de Kaida al trono. El reino, antes fracturado por la corrupción y la tiranía, se había transformado en un faro de justicia y prosperidad. Las reformas de Kaida, profundas y duraderas, habían sentado las bases de una sociedad equitativa, donde la sangre no dictaba el destino, y la verdad era la única ley.
La capital, antes un hervidero de miedo, era ahora un bullicioso centro de comercio y cultura. Las escuelas, abiertas a todos, habían nutrido a una nueva generación de ciudadanos, educados y conscientes de sus derechos. Los mercados rebosaban de bienes, fruto del trabajo honesto y del comercio justo. Los hospitales, antes inexistentes para los plebeyos, ofrecían curación y esperanza a todos, sin distinción. El reino, que había estado al borde del abismo, había encontr