Me decido por fin y alzando mi palma le digo a Mar que pronto nos veremos. Subo al auto y apenas Moore cierra la puerta y pone el auto en marcha la ansiedad me empieza a carcomer y toda la zozobra por lo que viene ―bueno o malo―, dan vueltas en mi cabeza y me embotan el cerebro. Es como si aún no pudiera creer que en serio haya aceptado hacer esto, y en el fondo mantengo mis dudas sobre cómo será realmente mi trato con Ferran o como he de incluirle. Eliot dice que no está fuera, pero querrá que incluya esa parte en que está muy cercano a él. De todos modos, aunque lo que dice es cierto ―si no lo fuera, no existían los rumores―, él no se expone mucho a la vida pública.
Es más reservado que Eliot, y no debería ser como una sombra, él es muy atractivo y no tiene nada que envidiarle y lo pienso en todo sentido. Recuerdo haberle visto una única vez, y fue en el entierro de mi abuela. Ese día gris no lo habría visto si no le hubiera buscado con la mirada. En ese momento me resulta