“Todo fluye, nada permanece”
Heráclito de Éfeso
⁎⁎⁎
Dejo de jugar con el anillo para ponerle atención a mi hijo quien me ha tirado un juguete en mi regazo; al ver que me he llegado a asustar suelta una pequeña risa contagiosa que me hace verlo con amor y ternura, me acerco a él para tomarlo de los brazos a fin de derramar varios besos en sus regordetas mejillas, deja ir varios grititos llenos de diversión que me hacen amarlo cada vez más, sin dudarlo es la única persona que me puede sacar una sonrisa en estos malos momentos, añadiendo que podría hacerme olvidar de todo si no fuese porque se parece a su padre.
Pongo nuestras cabezas juntas y pronto acaricio su nariz contra la mía hasta que le provoca un cosquilleo que lo hace sacar una nueva sonrisa; Hades no parece ser ese bebé serio y huraño a pesar que haya heredado el físico de su padre, más bien, los que empiezan a conocerlo hacen referencia que el pequeño tiene ciertas peculiaridades que pudo haber obtenido de mí, por lo que logr