"Giovana"
Estaba disfrutando tanto conversar con la tía Luana y Hana, pero entonces Melissa llegó con Fernando y sentí como si no debiera estar ahí. Mientras Melissa se inclinaba en la cama para abrazar a Hana salí en silencio y me paré al lado de Anderson afuera, lejos de la puerta, pero no logré contener las lágrimas.
—Ven acá, fierecita.
Anderson me jaló y pasó el brazo por mi hombro, reconfortándome en su abrazo, y con la otra mano hizo una caricia en mi cabeza. Me asusté, no esperaba que hiciera eso, pero pasé los brazos por su cintura y lloré.
—Sé que es importante para ti y sé que estás triste, pero no podemos salir de aquí ahora. —Habló bajito para mí, mientras sus dedos se movían en mi cabeza.
—Lo sé. —Sorbí y dejé caer las lágrimas. Me mantuvo en su abrazo, era tan cómodo, su olor era tan bueno, parecía calmar mi corazón. —Estoy tan avergonzada, fui tan mala con ella.
—¿Y no deberías decirle eso a ella? —Preguntó y sabía que debería disculparme.
—Debería, pero no puedo