"Hana"
Cuando salí del cuarto de Melissa con Rafael y Rubens, me sentía libre, ligera y suelta, literalmente, completamente liberada. Ahora seguiría adelante sin mirar atrás y sin acordarme de aquellas personas.
—¿Y ahora, mi loca? —Rafael me preguntó mientras esperábamos el elevador.
—Vamos a hablar con la única persona que puede haber arreglado transformar la cárcel en el castigo más cruel posible para Suzy, ya que no fuiste tú. Necesito agradecer. —Sonreí.
—¡Yusei! —Rafael habló y yo estuve de acuerdo. Entonces vamos allá.
—Y también necesito mostrarle esta pulsera. —Respondí, mirando la cajita que Flavio me entregó con la pulsera de mi papá y las instrucciones para abrirla.
Fuimos al consultorio de mi tío y para mi suerte estaba volviendo del almuerzo acompañado de la tía Luana. Nos saludaron con grandes sonrisas.
—Tío, Flavio me devolvió la pulsera de mi papá. Necesito hablar contigo. —Mostré la cajita.
—Vamos al consultorio, no tengo más pacientes hoy, solo vine a buscar