"Rubens"
Ya estaba cansado de convivir con la posibilidad de que Rubia volviera a Australia y no entendía por qué insistía en eso, al fin y al cabo su familia estaba aquí, era feliz aquí, podría trabajar aquí, ¡yo estaba aquí! Pero seguía insistiendo que eran solo tres meses... ahora mucho menos que eso. Y luego vino la amenaza de Federico y ese otro loco tras todas ellas, eso fue demasiado para mí. No podía ni pensar en ella en otro país corriendo riesgo.
— ¿No me hablas, lindísimo? Estás callado desde que salimos del apartamento de Rafa. — preguntó recelosa mientras cerraba la puerta de mi apartamento.
Me giré y la encaré por un momento, estaba como revolviendo dentro de mí todas las cosas que quisiera decirle, pero no sabía cómo. Caminé hasta el sofá y me senté.
— Lorona, estoy preocupado. — confesé y se sentó a mi lado.
— Eso lo noté, lindísimo. ¿Quieres contarme?
Pensé por un momento en cómo decir todo aquello que imaginé que ya sabía, pero al parecer Rubia necesitaba que le