"Ricardo"
Había sido un alivio disculparme con Anabel, detestaba cuando se molestaba conmigo, me volvía loco por resolver, para que las cosas estuvieran bien entre nosotros. Al final, terminé dándome cuenta de que lo del matrimonio está mucho más en mi cabeza que en la de ella, debe haber alguna razón para que piense tanto en eso. Tal vez debería preguntarme por qué no en lugar de preguntarme por qué casarme otra vez.
Con la cabeza en orden y las cosas en paz con Ana, ahora necesitaba ocuparme de mi trabajo. Y eso era lo que estaba haciendo, cuando sonó el teléfono sobre mi escritorio.
—Rick, es Danilo. Necesito tu orientación. —Ya me pareció extraño que me llamara el jefe de seguridad de la empresa.
—¿Qué pasó, Danilo? ¿Algo con Ana? —Ya me estaba levantando para ir por Anabel.
—No, ella está bien, está en su oficina. Es otra persona. —Danilo parecía estar incómodo para decirme lo que quería.
—Puedes hablar, Danilo, ¿cuál es el problema? —Cerré los ojos, pero allá en el fondo de