"Manuela"
Llegué a la oficina cantando y sonriendo, sintiendo que todos los colores eran más bonitos, el día más brillante y que la vida era demasiado buena. Pero no podía ser de otra manera, después de la noche de amor que tuve con mi grandote que, finalmente, se me declaró.
— Chicos, ¡pero ese delegado es todo un espectáculo! —Rick apareció frente a mi escritorio sonriendo.
— ¡El amor es un espectáculo, Rick! —Le sonreí.
— Explica, lindita —sonrió y se sentó.
— Me ama, Rick, ¡él me ama! —dije toda emocionada.
— ¿Y cuál es la novedad, Llavecita? —Patricio apareció en ese momento—. Todo el mundo ya sabe eso.
— ¿Cómo así, chicos? —miré intrigada.
— Solo tú y Flavio tenían esa duda, porque todos nosotros ya sabíamos que se aman. —Patricio habló y miré a Rick.
— Yo no dije nada. —Rick puso las manos abiertas frente al cuerpo como para enfatizar que realmente no había dicho nada.
— ¿Y hacía falta? Solo hay que ver cómo andan ustedes dos. —Patricio se sentó en la otra silla frente