"Samantha"
Esta oficina es más agitada que la tienda del centro comercial donde trabajaba. Cada día hay una novedad. Hoy todos salieron corriendo. Quedamos solo Cata y yo en el piso y está todo muy tranquilo. Estaba pensando en invitar a Cata a un café, pero suena mi celular y es Patricio, contesto rápidamente.
— Sami, necesito tu eficiencia.
— ¡Dime, jefe!
— Llama a Cata y vengan a mi casa ahora. Dile que es algo sobre la auditoría, si es necesario. Mi chofer las está esperando en el garaje del edificio. Pero, Sami, ¡es ahora!
— Patricio, ¿está todo bien? —El tono de Patricio me dejó preocupada.
— ¡Espero que lo esté! —Patricio da un suspiro fuerte.
Nos despedimos, aviso a las telefonistas que la presidencia será cerrada, para que anoten cualquier recado, y voy hasta la oficina de Cata, ya con mi bolso al hombro. No tardamos mucho y ya estábamos en el auto camino a casa de Patricio.
— Sam, ¿sabes qué está pasando? —Catarina me preguntó preocupada.
— No tengo ni idea, pero yo