"Heitor"
Tomé el celular de Samantha y la miré, viendo lo asustada que estaba. Contesté, sin decir nada, pero lo puse en altavoz. Pronto la voz resonó por la habitación.
—¡Samanthitaaaa! ¡Uhuuu! ¿Adivina quién es? —una fuerte carcajada bizarra siguió—. Samanthita, ¿no vas a hablarme? ¿Estás tan emocionada?
—¿Cómo conseguiste mi número, Rómulo? —dijo Samantha tratando de controlar el nerviosismo.
—¡Ah! ¿No lo sabes? —rio una vez más—. Quien me dio tu número fue esa insoportable de Manuela.
—¿Fuiste tú? ¡Cretino imbécil! —Samantha se alteró.
—Sí, tomé prestado su celular hoy —hablaba cínicamente—. Lástima que mi empleado no logró clavarle el cuchillo como le mandé.
—Eres un monstruo, Rómulo —Samantha luchaba por no llorar.
—Samanthita, esto es solo para recordarte que no sirve de nada tratar de huir de mí. ¡Eres mía, Samantha! Y voy a recuperarte —Rómulo tenía la voz cargada de rabia.
—¡Estás loco! —Samantha estaba comenzando a perder el control.
—Loco por ti, ¡Samanthita! Hoy