Lilly Bradley
Empresas Johnson
Regresamos a tiempo a la empresa. Jackson había insistido en un postre para rematar nuestro almuerzo, era demasiado agradable no comer sola, y claro, conocer nuevos lugares gastronómicos me estaba fascinando. Aunque me sentí incomoda a la hora de pagar, quería hacerlo yo misma ya que era un precio accesible, pero Jackson me recordó que él había quedado en pagar.
Con mis dedos disimuladamente sin retirar mi mirada del monitor de la computadora, desabroché un botón de mi estómago, estaba llena, pero valió cada bocado que di. Miré el reloj y no había notado que hace una hora debía de irme a casa, revisé la aplicación para pedir servicio, pero estaba teniendo dificultad para encontrar un conductor y que estuviera cerca de la empresa.
—Toc, toc, —una voz