31. MI NOVIA
Raquel Martínez.
Giro sobre mi propio eje y me encuentro con el ojiverde que trae un enorme ramo de flores en sus manos y una sonrisa en su rostro.
— Erick... —murmuro.
Él extiende las flores hacia mí así que lo tomo.
— ¿Por qué has hecho esto?
— Porque tú te lo mereces —dice—. Mereces que hagan esto por ti, incluso más.
— N-no... no era necesario...
— Si lo era, lo es porque el momento lo amerita —toma una bocanada de aire y da un paso hacia mí—. Estás hermosa.
Mete un mechón de mi cabello detrás de mí oreja y sus ojos se clavan en mis labios.
— Gracias, tú también.
Una sonrisa divertida aparece en su rostro.
— ¿También estoy hermosa?
Suelto una pequeña risa.
— Hermoso —corrijo.
Su sonrisa se agrandó y me tomo la mano libre.
— Vamos a la mesa.
Asiento con la cabeza y dejó que me guíe con nuestras manos entrelazadas hasta la mesa, él separa un poco mi silla y después se tomo asiento él hace lo mismo.
Una mujer delgada con cabello rubio se acerca a nosotros, no toma la orden y se retir