41. TODO ES UN ASCO
Capítulo cuarenta y uno: Todo es un asco
*Narra Maia Miller*
Siento que tarda una eternidad, toda una vida... observándome como fuera yo la culpable de su asesinato
Noto más lágrimas acumulándose en mis párpados y me niego a dejarlas salir.
Sí, me he equivocado. Sí, he hecho muchas cosas mal, puede ser. Y sí, está sufriendo por mi culpa probablemente, pero es que yo también sufrí, lloré y me sentí rota por la suya.
En una historia así no hay un solo responsable del caos, de la lucha, del dolor. Él podía haber intentado arreglar lo nuestro o buscarme con el paso de los meses y volver a intentarlo. Sin embargo, prefirió seguir con su estructurada vida, en tanto yo tuve que tirar para adelante como pude ya forma de poder fue a través de Gerald.
Llevar a término mi embarazo era mi máxima prioridad... Ese mismo que hoy nos llena de dicha al saber que somos padres de una hermosa y sana bebé.
—¿Entonces qué? —cuestiono con la garganta ardiendo—. ¿Se acabó? ¿Me estás dejando, Bruce?
—No me