“Samantha”

Mi corazón se rompió en mil pedazos. No fue solo una traición, fueron varias. Y lo que era peor, él no confiaba en mí. Prefirió creer una mentira antes que venir a hablar conmigo. Ni siquiera tuvo el valor de romper conmigo, simplemente se fue con otra y me dejó sola. ¡Eso no se hace!

Cuando cerré la puerta, me deslicé y me senté en el suelo, llorando a gritos con la cara entre las manos. Perdí la noción del tiempo. No sé cuánto tiempo estuve allí tirada llorando, pero sentí que mis lágrimas eran interminables, como si las compuertas de una presa se hubieran abierto y ya no pudieran cerrarse, y el dolor me inundaba.

Sollocé, sentí un dolor punzante en el pecho, empezaba a tener dificultad para respirar y no podía parar de llorar. Sonó el timbre de mi apartamento y no me levanté a mirar. Volvió a sonar y me quedé inmóvil, llorando y sintiendo dolor. Hasta que oí una voz que llamaba y amenazaba con llamar a los bomberos para que tiraran la puerta abajo, me puse de pie. Sabía