"Héctor"

Estaba enloqueciendo dentro de esta casa. Me desperté con el olor a café en la cocina, pero Samantha no estaba conmigo en el sofá. Me levanté, fui a la cocina y encontré a Hebe sentada en el taburete frente a la ventana.

"¡Buenos días, hermanito! ¿Cómo estás?" Hebe me miró como si me analizara.

"Estoy fatal, Hebe. ¿Has visto a Samantha?" Quería saber dónde estaba; no aceptaría que me abandonara por sentirse insegura.

"Sí, lo hice." Hebe señaló la ventana. "Lleva ahí un tiempo."

"Hablaré con ella." Me di la vuelta para ir hacia donde Sam estaba sentada fuera de la casa, mirando al mar.

"No, no lo harás." Hebe alzó la voz ligeramente, haciéndome callar. "Siéntate y tómate tu café. Está ahí para pensar, y no vas a interferir en sus pensamientos; eso no servirá de nada." Hebe me sentó y me puso una taza de café humeante delante. Luego llenó dos tazas con algo caliente y salió de la cocina. Observé, observé cómo mi hermana se acercaba a Sam y las dos empezaban a hablar. Observé la