POV LIAM
Dos días después.
Escucho ruidos a mi alrededor que me hacen querer despertar, frunci mi ceño al darme cuenta que otra vez me había quedado dormido.
¿Y si ya quedé ciego por completo? Mierda, ¿por qué me tuve que dormir?
Dalila es la culpable, si no fuera tan cálida y su pecho no fuera tan cómodo no me hubiera dormido.
Pero, ¿A quién quiero engañar? Amo con mi alma que estemos durmiendo juntos. Mi semblante cada vez está mucho mejor, poder dormir diariamente nueve horas está ayudando mucho en ello.
Salgo de mis pensamientos cuando escucho una dulce voz cantar.
Estas son las mañanitas
Que cantaba el rey David
Hoy por ser día de tu santo
Te las cantamos a ti
Despierta, mi amor, despierta
Mira que ya amaneció
Ya los pajaritos cantan
La luna ya se metió
Abro los ojos con un poco de temor, pero al notar que sigo igual, me levanto quedando recostado en el respaldar de la cama. Al frente mío, se encuentra Dalila con una bandeja de comida entre sus manos.
Me trajo el desayun