ZAYN PRESTON
Dormí con Afrodita y sorpresivamente me dijo que no iría a trabajar por la mañana. Ella adelantó su trabajo y gracias a eso podía quedarse a descansar, al menos eso me dijo. Al ser su propia jefa no debe rendirle cuentas a nadie.
Amaneció desnuda y durmiendo casi encima de mi. Fue gracioso cuando despertó y notó que me había babeado.
-Descansaste muy bien- Se acomodó aún más, limpio su boca y siguió durmiendo
-Mmm eres muy calentito para dormir. Despiértame más tarde- Reí inevitablemente
En la cama había tenido varios apodos, pero ¿Calentito? Ese no. Fue divertido que pateara las sábanas varias veces y más se acurrucara buscando calor.
Al despertar lo hice con deseos de repetir, pero no tenía ni un solo condón. Una maldición.
-Buenos días- Saludó muy adormilada
-Buen día, alguien durmió de maravilla- Acaricié su espalda y el inicio de su trasero
-Te invitaré a dormir más seguido, lo prometo- Cerró los ojos y se quedó en silencio
-¿Olvidaste tu mala experiencia aquí?