Una caricia en mi espalda hace que abra mis ojos lentamente y al abrirlos por completo, me encuentro con sus ojos grises 《 me recuerda tanto a la primera vez que amanecí con ella...》
—Guapo, están golpeando la puerta. Creo que son tus sobrinas.— Me dice y eso es todo lo que necesitaba decirme para que me ponga de pie rápidamente. —¡Ey, vístete! No les iras a abrir así, ¿no?— Me cuestiona e intenta reírse pero creo que no se siente bien.
Me miro y me doy cuenta de que estoy completamente desnudo. —Eh... si... ya me visto. — Digo aun dormido y busco mi bóxer y pantalón en el suelo para luego abrir la puerta y encontrarme con mis dos princesas —Hola mis niñas.— Las saludo al salir del cuart