Alexander vio a Carter y a Jack, estaban inmersos en sus llamadas, Tara había ido directamente a la cama en cuanto llegaron de la ciudad, Alexander repasó una y otra vez las ofertas que le había hecho el señor Wood a Tara.
Jack terminó la llamada y miró pensativo a su amigo.
—Si sigues pensando en lo que le ha propuesto a Tara, tienes que desecharlo.
Los ojos grises de Alexander se encontraron con la mirada azul de Jack.
—Si no hay divorcio o pagamos cinco veces el precio de venta, la única opción es vender empresas Cooper.
— ¿Y los inversionistas? ¿Todo para nada, Cooper?
—Podríamos hablar con el señor Wood y pedir que…
— ¡No! ¡Entiende que ese hombre solo va a subir más el precio! Aunque vendas tú y yo o tu familia, no alcanzaría.
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