Tara y Alexander se despidieron de Jack, ellos tenían que terminar de revisar lo de la mudanza durante el día y por la mañana a primera hora se regresarían a la hacienda. Jack estuvo tentado a la invitación de la pareja, después de manejar a su penthouse, se debió de último momento y llegó al club Rojo, buscó en la recepción a Giselle, le informaron que estaba ocupada pero que en unos diez minutos podría atenderlo. Jack estaba ansioso, se jaló la barba y sintió que debía afeitarla, necesitaba sacarse esos sentimientos y pensamientos sobre Tara de una vez, tenía que meterse en la cabeza que él no es así y ser de los que se meten en un matrimonio y lo arruinan por muy jodido que este la cosa.
— ¿Jack? ¿Vienes a solicitar tu membresía de nuevo? ¿A invertir de nuevo en el