Pasa su mano por debajo de mi cabeza y me gira para quedar frente a él.
— Me pondrás atención — Tragó duramente el nudo en mi garganta que se forma cuando miro sus ojos. — Tu solo llegaste a mi cuarto, debes de ponerme atención al menos.
Asiento.
Agarro mi rostro con su otra mano y me beso con rapidez para que no reaccionara con un alejamiento, cerré mis ojos casi al instante que sentí sus labios sobre mi.
Siempre que me besa me desarma completamente y deja expuesto que mi odio hacia él es falso, no por mucho se hará el que deja pasarlo por alto.
Algún día él me encarará y ese día no está tan lejano, solo me obligó a odiarlo y hacer a un lado todo sentimiento hacia él, eso me impediría ver a mi hermano.
— No te resistas, Sara. Cada día esa capa llena de mentiras va cayendo.
Cierro mis oídos para hacer caso omiso a sus palabras y lo vuelvo a besar.