41. AISLADA.
POV. SEBASTIÁN.
— ¡Lucía! ¡Vamos, Lucía! ¡Carajo, no me hagas esto!
Se desplomó en mis brazos y su pulso era casi imperceptible, la levanté en brazos y corrí buscando una camilla y llamando a un médico.
Y claro para mi buena suerte tenía que llegar Dan.
— ¿Qué carajos le hiciste?
— Nada, yo estaba…
— No sé para qué te pregunto, si siempre terminas dañandola.
Se movieron por el lugar y entraron a la sala de urgencias, allí donde yo no tenía acceso.
— ¿Qué sucedió? —
— Tienes que ir con la madre de Carmen, incendiaron el restaurante.
— ¡Carajo!
— Dile a Felipe que no esperaré más, o lo hace él o lo hago yo, dos meses pasaron y a ninguno se les dio la gana de exponer a esa mujer y mira donde estamos.
— ¿Crees que él tenga cabeza para eso ahora? — Antonio me hablo como si yo fuera el idiota.
— Pues no me importa, necesito quitarme a esa mujer de encima.
— Yo lo hago — Loren se acercó a nosotros y la miró fijamente.
— ¿Segura? Tu padre…
— Ya me odia, que me meta en un escándalo más