Einar.
—Estás tan mojada.
—Es lo que provoca Einar Kotch—gimotea cuando introduzco un dedo.
—Solo yo puedo tocarte, solo tus orgasmos serán para mí y solo yo puedo follarte, quien te toca se atiene a morir.
—¡Einar! —vuelve a gemir cuando introduzco otro dedo.
—Si mis dedos te hacen gritar así, mi polla te hará retorcer de placer.
Salgo de ella y los dedos los llevó a mi boca.
—Deliciosa.
—Ya hazlo, Einar—dice mientras su pecho sube y baja rápidamente.
Entrelaza nuestros dedos y sin tapujo muevo mi polla y dejó que se deslice dentro de ella, comienzo a embestirla mientras ella cierra los ojos y se arquea gracias al placer.
Sus gemidos son música para mis oídos.
En acto la tomo de la cadera y giro dejándola sobre mí.
—Muévete y déjame ver como estas bellezas se mueven para mí.
Comienza con movimientos subes y lentos, los cuales poco a poco aumenta al ritmo causando un palpito placentero en mi polla.
—Quiero follar este culo—lo magreo haciendo que gima.
—Agente lo que ust