Anya
—¿Qué es lo que quieres?
—Mis oídos tienen el placer de volver a oír esa seductora voz, la cual imagino en la noches gritando mi nombre, ya sea por placer al estar gimiendo o de dolor al torturarte, pero eso lo dejo a tu elecciones—me congelo.
—Maldito enfermo.
—Oh no digas eso o tu hermana sufrirá—rie y escucho el grito de Hanna
—¡Anya no hagas nada de lo que diga.
tiene a Hanna, la tiene es un puto mafioso que la puede dañar y quebrar.
—¿Dónde está mi hermana?—replico molesta y temblorosa.
—Agallas, me gusta, tu linda herma