Emmet no estaba dispuesto a dejar a Dannon ileso. Tenía que infligirle algún daño de gravedad tal y como lo hizo con Izan, pues ansiaba recuperar su orgullo y honrar a su manada.
Siguieron forcejeando por varios segundos, cuando de pronto, un dardo se incrustó repentinamente en el cuello de Emmet.
É