Elizabeth llegó sin previa cita al consultorio de Aitana, se acercó a la joven asistente de la doctora, le pidió una entrevista, la chica le indicó que su jefa estaba con pacientes y que tenía que esperar que terminara con sus consultas.
Elizabeth no tuvo más remedio que aceptar, tomó asiento mientras hacía tiempo.
Observaba a cada instante el reloj colgado en la pared de la recepción, mientras leía las revistas que tenían en la mesa de la esquina.
Luego de veinticinco minutos Aitana, salió acompañando a su paciente a la recepción para agendar la próxima cita, la joven, le indicó que la estaban esperando. Volteó en dirección a la sala observando a Elizabeth, sentada hojeando una revista.
Ely, al escuchar las voces, levantó la mirada hacia la doctora, le sonrió al verla.
—Doctora Elizabeth —Aitana, correspondió a su sonrisa—. Venga conmigo.
Elizabeth se puso de pie, tomó su bolso y caminó hacia donde estaba Aitana, esperándola.
Espero hayan disfrutado de la declaración de Carlos. ¿Qué les pareció?