Capítulo 2

—Necesito que me escuches atentamente, leeré para ti mi Arthurd.—dijo fijando su mirada lo que ahora me pareció un libro.

Empezó a leer lentamente con una voz melosa que me hipnotizó de inmediato, era como escuchar una relajante voz que te invitaba a soñar despierto. Mientras ella sólo leía con esa melosa voz, yo viajaba en mis pensamientos viendo lo que ella me leía como una película, gracias a mi grandiosa imaginación.

                                                       

       

                                                         (...)

—Había una vez un lindo niño llamado—.Paró por un segundo, me miro con esa sonrisa tan rara y tan hermosa a la vez— eso me lo reservó. Empezaré de nuevo...

—Había una vez un lindo niño que se hallaba jugando solo, como era de costumbre, pero está vez entre las hojas secas de un parqué abandonado, aquel niño se había escapado sin ningún motivo alguno, o eso es lo que se cree. Él niño feliz de estar solo en el parqué decide seguir jugando; pero de repente ve a lo lejos una persona, pero no era muy grande. Lucía como... ¡Un niño!l

Se acercó a el niño con una linda sonrisa, pero algo en él, no apuntaban a nada bueno. El niño al percatar esto, se dio media vuelta y se alejó de allí lo más rápido que pudo, el otro niño soltó una carcajada y se convirtió en un horrible monstruo de un momento a otro con alas de color blanco y negro, no solo eso cambio, también su cuerpo, transformandolo en uno deformado como si fuera un ángel, pero... Con rasgos de un monstruo . El niño se alejaba más y más, queriendo salir de allí pero él miedo se apoderaba de él. Él niño solo siguió, corrió y corrió pero de repente se detuvo. Aquel niño se dio media vuelta para ver si lo perseguía aun (esa cosa), pero instintivamente poso su mirada lentamente de nuevo al frente al sentir una mala presencia justo delante de él.

Se agito como una gelatina y dejo escapar algunas lágrimas al darse cuenta, que nunca tuvo oportunidad de salir de allí y menos con vida, miro fijamente a (aquella cosa) con ojos aterradores, de un color oro inyectados de sangre. Rápidamente la cosa tomo al niño de la mano y con movimiento fugaz la vida de aquel niño risueño dejo este plano terrenal, en solo una abrir y cerrar de ojos.

El niño despues de cometer aquel acto produjo un ruido horripilante,pero sonaba más a una risa. Este fue abriendo lentamente sus alas y rapidamente se alejo de la zona del crimen. Dejando asi aquel parque desolado.

Fin... este cuento tiene por nombre, ÁNGEL O DEMONIO. Que tal estuvo, hermoso Verdad—la mujer divertida termino el cuento, cerrando el libro de un solo golpe.

—No, no, eso no es posible —dije, abriendo mis ojos como platos.

Escuche claramente lo que dijo, aunque solo fracciones de lo que ella me leía llegaba a mi mente ya que no podía procesarlo del todo. Solo logre deducir que...era...un cuento para niños; de los que se leen antes de ir a dormir. Pero este libro era.. ¿Diferente?. Obvio que era diferente.

¿Pero quien rayos escribiría algo así?

—Bueno, ¿Cuál es la moraleja mi Arthurd? —me pregunto mirando me divertida. No quise imaginarme cuál seria la expresión de mi cara en estos momentos — ¿No te gusto mi historia mi Arthurd?

Su mirada cambio a una más siniestra, como una maquina analizandome, tragué grueso y solté:

—¿QUÉ ES ESO?  ¿Debería gustarme?—respondí alterado, mirando a todos lados y riendo cínicamente—¡ESTÁS LOCAAA! ALEJATE DE MI, NO ME TOQUES— Le escupí nervioso, sintiendo como la cordura dejaba mi mente por completo.

—A mi no me estes hablando de esa forma mi Arthur—me punta con un dedo.—¿Tus padres no te enseñaron modales?.

  (...)

Despertar fue una tortura, si que me arrepentí haberle hablado a esa mujer la noche anterior, si es que en realidad pasó ya que estando acá no se sabe que es real o no. Desperté en la misma habitación, solo que ahora no estaba en completa obscuridad, en cambio que ahora luz se colaba por una ventana, la cuál ayer no me había notado en lo absoluto. Mi mente se fue despejando poco a poco, ya no tenia camisa de fuerza y sentí que dormí por unas semanas, ya que tenia algunas extremidades entumecidas.

Me levante de la cama y observe la habitación, no era muy linda y mucho menos acogedora, así que la pase a segundo plano, al ver un baño que me llamaba a gritos. Un coro de ángeles canto en mi cabeza haciendo me sonreír inconscientemente. En el baño se encontraban prendas de mi talla y también había agua caliente en la ducha.

Después de una larga y estimulante ducha me pose en el gran espejo del baño para observar el problema, ya que me dolían una partes específicas del cuerpo pero no sabia él porqué. Mi cara

de paz y armonía paso a una seria a punto de explotar de la colera, ya que tenía diferentes hematomas, arañazos y mordidas por algunas zonas de mi cuerpo, grite horrorizado.

—¡¡YA VERA CON QUIÉN SE METIÓ!! Dañó algo que me ha sido otorgado por los mismísimos dioses—Exclamé furioso— mi belleza, mi fuerza, mi locura y mi sed de venganza,  no se iguala a nadie ni a ningún ser existente en la tierra ni a ninguna criatura en los en cielos.

No es por presumir, pero que puedo decir, soy el mismísimo Arthurd Samael Loveinsh Quil. Dios de las metiras y el egoísmo...Entre otras, pero para qué presumir. Cualquier chica se arrodillaria a mis pies en segundos.

Soy peor que él mismísimo Luzbel, más fuerte que al que le llaman dios, soy un fiel pecador y un galan, aunque detesto a las mujeres son las unicos juguetes que me son permitidos jugar. No es necesario que me recuerden lo grande, malvado y sexy que soy.

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