Capítulo 3

Hace más de mil siglos existió un dios llamado Herodeos, el dios divino, el cuál era el único ser más poderoso del mundo, teniendo en sus manos el don de la creación, gracias a él existen dioses, ángeles, y humanos los cuales fueron creados poco a poco con el transcurrir de los años.

Al morir Herodeos; Por que sí, hasta el dios más poderoso tiene su debilidad, y la de Herodeos fue la humanidad, llevando lo a encarnar en la tierra y así dado por muerto por él restos de los dioses, antes de morir dejo a cargo al dios Vinishios con el poder similar al de él. Pasaron miles de años en paz, sin guerras o inconvenientes en la humanidad. Hasta que un fatídico día el cielo se nublo anunciando la traición del ángel Luzbel, el cuál en la tierra se nombra como lucifer.

Bueno, francamente ya saben la historia para que explicar lo. La humanidad peco, lucifer reina la tierra, ya se saben él resto de la historia, pero esta vez algo cambio.

No solo ángeles cayeron si no también dioses. Los cuáles fueron despojados de sus alas y de su magia con él sello divino de Vinishios para que no pudieran regresar a los cielos. Por lo tanto en los cielos solo quedaron cuatro de cinco dioses gobernantes, los cuales son: Vinishios, Camuleth, Erodhes y Melish.

El dios Vinishios fue corrompido por el encanto de la diosa Camuleth, antes de caer en el destierro junto a los ángeles y el dios Argus, por traición al ser supremo. Aún así Vinishios se enamoró por completo de ella, perdonando su vida y llevando la de vuelta al cielo; Sin embargo solo le fue devuelto sus alas que ahora eran de color negro; se quedo sin magia y sin poder divino.

Pasaron los siglos y su romance los llevaba cada vez más a la locura y a la fantasía que produce eso llamado amor.

De la cosecha de su amor nació en una día nublado y lluvioso, Abrehus él dios demonio más hermoso que allá nacido en los cielos, aunque tenia algo un tanto diferente, su tez era morena como si un bronceado perfecto se tratara y con una deformidad en su alas peculiar, ya que una era blanca como las de su padre y otra negra como las de su madre .

Los padres se vieron a los ojos con mucha tristeza, ya que todo en él conllevaría a muchos problemas, decidieron criar lo muy lejos de todos los dioses ya que temían lo peor. Al crecer todo se tornaba más difícil ya que aquel chiquillo era casi una abominación.

Al hacer cosas indebidas inconscientemente, fueron pasando los siglos y poco apoco se acercaba el día de cumplir su mayoría de edad. Su padre Vinishios el día de su décimo octavo cumpleaños lo envió a la tierra ya que no toleraba la idea de asesinar a su única descendencia.

Vinishios al ver lo que su hijo se convertiría en un monstruo, temió haber tomado la mala decisión de enviarlo a la tierra y desconectar toda comunicación entre el y su hijo Abrehus, también cortando los lazos que compartía con su madre Camuleth.

Tanto él padre como él hijo cometieron muchos errores que se pagan con la muerte. Pero se negaba a matar a su primogénito. Aun así se vio obligado a sellar sus alas para que no hiciera más daño y mantener la paz en la tierra por unos siglos más .

Al final decidió borrar parte de su memoria, y enviarlo a un lugar con la esperanza que aquel crió ya casi un hombre retomara él camino del bien y así dejaría de ser una arma letal para él destino del hombre como se conocía en aquellos días.

Envió a Abrehus a un manicomio llamado TESAB Tiempo para Esos que quieren llegar a la Sanación con Atención y Bienestar. Dónde habitaban los mejores enfermeros y psiquiatras que puedan existir.

Pero este manicomio no era común; Era él manicomio para todo tipo de criaturas que pierden su sentido de vida, o simplemente son llevados a la locura por sus pecados, estos son perdonados pero con la condición de estar allí hasta purificar su alma.

Si embargo los únicos requisitos para entrar allí y ser un paciente es no tener alas, memoria, magia, y tener una carta firmada por el dios supremo. En cambio para salir es un misterio, ya que nadie ha logrado salir de allí con vida...

Lo único que esperas allí es tu muerte o la misericordia de Vinichios para que puedas salir.

  (...)

Pasaron años tras años fingiendo haber perdido la memoria, también fingiendo no saber que en realidad soy su títere, y que mi inepto padre me envió a este asqueroso lugar creyendo que, así me convertiría en un dios justo y amoroso.

 —¡Ha! Incrédulo—pronuncie entre dientes—.Seré su peor pesadilla por haber me enviado a este lugar, ¡Ya lo verá!

—¿Con quién hablas Arthy?—Dijo mi especialista al entrar sigilosamente a mi habitación sin que yo me percatara —¿Te pusiste así para tu papi Amadehus?

Yo no se quien esta más loco aquí la verdad, si él o yo.

Me puse a pensar detenidamente sus palabras. Y reaccioné, tenía puesto un conjunto deportivo a excepción de la camisa, lo único que cubría mi cuerpo era él short deportivo que llevaba por la cintura. En mi rostro y todos mis músculos se resbalaban gotas de sudor haciendome lucir un poco sexy.

No me había preocupado por estos detalles ya que antes de que entrara Amadehus estaba a punto de darme una ducha relajante después de 4 horas seguidas de arduo ejercicios.

¡Que fastidio, ojalá se busque a alguien rápido!

—¡Dios! definitivamente eres un dios griego mi Arthy—dijo Amadehus mordiéndose él labio inferior, lo cuál al mismo tiempo me reparaba como si quisiera grabar en su mente cada parte de mi.

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