Vivian despertó con el sonido de su celular, se removió para liberarse del brazo de Tyler, dos semanas habían transcurrido desde que se había instalado en su casa y dormían juntos todas las noches, Vivian pensó que sería una experiencia traumante, pero lo cierto era que desde que Tyler, dormía a su lado ella había encontrado una extraña paz. 

Cada mañana despertar y ver su rostro la llenaba de una tranquilidad que hasta el momento había sido extraña, no creía que volviera a sentirse así de bien. Lo cierto era que había alejado a Andrew, para evitar enfrentarse a los sentimientos de él, pero ahora tenía que luchar con algo mayor, los sentimientos propios, porque anhelaba la constante compañía de Donovan, y si era sincera consigo misma, EL SEÑOR FUEGO, no solo se había metido en su cama y en su vida, sino en su corazón. 

Salió de la cama con cuidado y se cubrió con una delicada bata de seda. Sonrió al ver la pantalla.

-Hola, cariño- la saludó.

-¡SON G