Vivian, llegó muy puntual a su encuentro con Tyler en el hotel, él la recibió con una amplia sonrisa y una copa de champagne, los primeros minutos fueron invertidos en conversar sobre negocios. Al parecer pronto debía viajar nuevamente a Canadá.
-Mañana por la tarde viajaré a Francia. Necesito ir a supervisar el lanzamiento del perfume.
-Entonces mañana por la tarde viajaremos. No tengo ningún inconveniente.
-Es perfecto- le aseguró Vivian. Caminó hasta el amplio ventanal que dejaba una espléndida vista de la ciudad, las luces brillaban como estrellas en el cielo, e increíblemente y sin saber por qué, aquello le relajaba, le producía una paz interna que extrañaba desde hacía ya mucho.
-Te encanta el ventanal- escuchó la voz de Tyler, muy cerca de ella.
-No- le respondió sincera- me encanta la vista que da. Es como si miraras el cielo.
-Esta noche te daré la mejor vista de