Al día siguiente...
Abro los ojos y lo veo a él dormido en mi regazo, esto es muy lindo,acaricio su cabello mientras no dejo de observarlo.
Deslizó mi mano hacia la suya y la levanto para luego besar esa mano.—Levantate, debemos volver adentro—menciono mientras sonrío y recargo mi cabeza en mi otra mano.
—No, quiero seguir estando contigo así—me abraza de la cintura.
—Lo sé pero debemos ir a desayunar, además debes ir a trabajar—acaricio su cabello.
—No, no quiero—se acomoda.
—Alexander—menciono su nombre en forma de regaño.
—Esta bien tú ganas—se levanta.
Le sonrió y después lo acerco a mi para darle un beso y después separarnos.
—Ah rayos cómo puedes hacerme cambiar tan fácil de opinión—acaricia mis mejill