Finalmente En Casa

Aurora bajó del auto en el amplio camino de entrada de la casa, y un leve temblor recorrió sus piernas mientras Callum la sostenía del brazo. La fachada era imponente: piedra clara, grandes ventanales y un jardín cuidado que prometía privacidad y tranquilidad. Por primera vez en semanas, la tensión que le oprimía el pecho comenzó a ceder un poco, aunque la emoción seguía encendiendo su vientre y su corazón.

- Te prometí que todo estaría listo. - dijo Callum con voz suave, casi protectora, mientras guiaba a Aurora hacia la puerta principal. Su mirada, intensa y preocupada, buscaba medir cada gesto de ella.

Dentro, la casa olía a madera recién pulida y a un toque sutil de flores blancas colocadas estratégicamente por Harper. Había un silencio cálido, casi solemne, que contrastaba con la agitación d