CAPÍTULO 39. TE AMO
—Salga de aquí —Madison ordenó y presionó el botón para solicitar ayuda.
—La prensa está deseosa de saber su estado de salud —refirió el hombre.
— ¡Váyase! —exclamó—, mi esposo decidirá si lo hace o no. —Empujó al hombre y cerró la puerta.
— ¿Qué rayos fue esto? —cuestionó Alexander.
—La noticia llegó a los medios de comunicación. —Presionó sus labios—, lo lamento, debió ser James.
Alexander resopló.
—Tarde o temprano se tenía que saber, me preocupa mi familia, no debió ser nada sencillo para ellos.
—Eso lo podemos solucionar en este preciso momento. —Le entregó su móvil—, puedes hablarles y eso los tranquilizará.
Momentos después la doctora Miller ingresó a la habitación.
—Vine a ver como se encuentra el señor Walton después de este incidente —indicó.
—Estoy bien, doctora —respondió Alexander en tono seco.
—Es necesario que me informe si presenta náuseas, mareos, vómito, o algún otro síntoma.
—Nada de eso —expresó.
La doctora monitoreó signos vitales y lo revisó con rapidez.
—Estando