—Bianca Martini— la tomó de manera dudosa —¿Cómo supo que estaría aquí? — cuestionó la señora con curiosidad.

—Se supone que no debería dar detalles, sin embargo, haré una pequeña excepción. Le he seguido los pasos desde hace un par de semanas, todo desde que supe de usted al seguir a Alejandro. De casualidad ¿Se le hace familiar ese nombre? — preguntó Vanessa con una sonrisa de lado. Estaba claro que Bianca no se quedaría con las ganas de saber más acerca de Alejandro, a pesar de que por un momento pensó que no volvería a saber más de él, no hasta el día de su muerte.

—¿Siguiendo? ¿Por qué tendría que seguir a un hombre como ese? — desvió la mirada —me gustaría decir que no, pero lamentablemente lo conozco.

—Tengo una propu