— ¿No crees que es buena idea que te detengas tío? Vas a lesionarte – gruño, sigo molesto — todas las parejas pelean – bufo aun sin mirar a Charles que me habla desde el otro lado del gimnasio.
— ¡Déjalo pequeñín, sigue molesto con Leila! – resoplo un “idiota”.
— Pero me preocupa su estado de ánimo, parece un animal salvaje – expresa seriamente.
— Eso es lo que es Jonás Serrano Peque – explica John — ¡Una bestia enojada con el mundo y ahora con la preciosidad rubia! – a raíz de ese comentario el saco sale volando del gancho, haciendo un estruendo al caer.
— ¡Cállate Lem, dejen de hablar de ella como si yo no estuviera, idiotas! – me voy a las duchas, el cuerpo me duele.
— ¡Asegúrate de conectar el calentador Serrano, no queremos shows! – se parten de risa y yo quiero golpearlos.
Maldito viernes que no termin