— ¡Sí Leila es Jonás! Ahora dime si te encuentras bien o no – si la lastimó voy a matarlo ¡lo juro!
— ¡Estoy bien, nunca me golpeará delante de la gente! – ya lo ha hecho.
— Si te toca habrá consecuencias ¿sabes? – su jadeo de asombro me saca una risa.
— Es mi padre y es muy influyente, no creo que sea buena idea hacerlo enojar ¿sabes? – suelto una carcajada.
— ¿Sabes muñeca? – Susurro — ¡Me importa una mierda cualquier influencia que tenga tu malnacido padre! Si te toca lo aplasto – silencio — Y para la próxima, contéstame a mí – digo con todo el mal humor que me caracteriza.
— ¡No sabía que eras tú! No tengo tu número