- ¡Feliz Cumpleaños Pequeño mio! - Me levante al escuchar el grito de mi madre y rei levantándome de la cama.
Ella literalmente me alzó a lo que yo me queje.
- ¿Desde cuando pesas tanto? - dijo dejándome en el piso mientras yo reía y caminabamos abrazados.
Llegamos a la cocina y el desayuno ya estaba preparado.
-No puedo creer que mi Isaac ya este tan grande- Mama me dejo un beso en la cabeza.
- ¡Hijo! ¡Feliz cumpleaños! ¿Cómo anda mi vampirito hermoso?- dijo mi papa abrazandome.
Sonrei agradeciéndole y nos pusimos a desayunar juntos mientras charlábamos, cuando terminamos fui a cambiarme para después ir con ellos nuevamente.
-¿Listo para ver tu regalo de Cumpleaños?- Pregunto mamá a lo que yo asentí.
Salimos afuera y había tres caballos, uno negro, uno blanco y por ultimo uno color marron claro.
-¿Me compraron tres caballos?- Exclame emocionado.
-Ya quisieras- Dijo papa despeinándome- subete a un caballo.
Fue una difícil decisión los tres eran hermosos, pero escogí el negro