Ashraf Rahamm llego a la habitación del Pent-houses donde se estaba hospedando y sus labios se curvaron en una gran sonrisa de satisfacción y victoria.
La vida los había puesto de nuevo uno delante del otro y ahora esos ojos verdes que tanto lo habían atormentado en sus sueños serian de nuevo suyos.
Los años solo habían avivado la llama de su deseo, y al ver a Hana convertida en toda una mujer tan hermosa y centrada lo tenía subyugado.
Se deshizo de su saco Armani que tiro sobre el sofá y yendo al bar se aflojo también la corbata sintiendo que se ahogaba cuando las pensamientos y sentimientos que experimentaban lo agobiaban.
Se sirvió una generosa copa de Licor y la vacía de golpe, cuando experimenta una sensación de