Al otro día Shaina entro a la oficina y un olor a cigarrillo la invadió y le provoco nauseas, si algo odiaba ella, era el cigarrillo, le parecía uno de los vicios mas tontos que podían existir,
Lo vio a el, entonces apagando aquel cigarrillo y no pudo evitar mirarlo con cuestionamiento.
El pareció notarlo y con toda intención inquirió.
- Necesito que me hagas un favor Caliskan
- Usted dirá
- Baja al cafetín y tráeme una cajetilla de cigarrillos- le tiro el dinero sobre el escritorio y procedió a encender otro cigarrillo
- No lo hare- se nego sin dudarlo.
El la