Estaba parada junto a Hunter en la gasolinera, tratando de asimilar la información que acababa de ser revelada. Ignis estaba llevando a mis hijos a la manada. El impacto se reflejaba en mis ojos, y mi corazón latía con una mezcla de esperanza y aprensión.
"¿Estás segura de esto?" le pregunté a Hunter, buscando validación para la noticia que parecía demasiado buena para ser verdad.
Hunter asintió con determinación. "Zora habló por teléfono. Ignis está llevando a los niños a la manada."
Una sonrisa nerviosa se formó en mis labios mientras procesaba la idea de que mis hijos estaban en camino a un lugar donde estarían protegidos. "La Diosa debe haber escuchado mis oraciones... Y Zora, ¿ella sabe que eres su padre?"
Hunter negó con la cabeza. "No, parece que eso aún no se ha revelado. Pero, Fierce, no necesitas preocuparte