Durante los últimos cinco años, su familia había sufrido junta. En ese período, Selena pensaba constantemente en lo maravilloso que sería vivir una buena vida o conducir un buen coche.
Desafortunadamente, no había tenido muchas opciones en aquel entonces. Solo había podido apretar los dientes y seguir adelante para sobrevivir.
Era natural que se sintiera abrumada por la felicidad, ya que finalmente pudo conducir un coche de lujo con un valor de más de 2 millones.
"¿Eh? ¡E-es Selena!".
Fiona salió corriendo de la casa. Se dio cuenta de que eran Fane y Selena quienes salieron de los coches, y de repente gritó a la casa: “¡Andrew, ven aquí! ¡Mira! Es nuestra hija. Oh Dios mío, qué hermoso coche. Debe haber costado bastante dinero".
"Selena, ¿qué ... qué está pasando?", Ben se acercó a ella. “Debe haber sido caro y parece nuevo. Dios mío, ¿no me digas que esto es tuyo?”, preguntó.
"Bueno…".
Selena miró a su esposo con el ceño fruncido. Ella no sabía cómo explicar esto.
Si le dijera